Vivimos en la sociedad del 'hiper-entretenimiento' y la sobreinformación. Redes sociales, series en streaming, 'tele-basura', o videojuegos, entre otros, bombardean nuestras mentes a diario distrayéndonos en gran medida de la realidad o manipulándola a su antojo. Pero, ¿qué pasaría si todo el entretenimiento digital desapareciera en cuestión de segundos? La ansiedad estará servida. Cuando todo se apague, el tupido velo de irrealidad que tenemos delante se desvanecerá, dejándonos a merced de los dos peores verdugos de la conciencia: el miedo y nosotros mismos.
Ya no estará Netflix, el Candy Crash, Tic Toc o Gran Hermano para tu chute de evasión rutinaria. Será en este preciso momento cuando entenderás lo drogado que has vivido durante años, pues al privarte de tu ración de 'opio digital', comenzarás a sentir la mala química del síndrome de abstinencia. Tu mente buscará su 'caramelo' cuando las cosas se pongan feas, pero no podrás dárselo. Preparaté para la batalla más salvaje y encarnizada de tu vida: La de Tú contra Ti mismo.
Será una lucha continua, de desgaste, entre pensamientos positivos y negativos, estando los primeros en clara desventaja por la situación. Para ayudar a equilibrar la balanza a tu favor deberás esquibar las arremetidas de los malos pensamientos. Para ello, existe un arma poderosa a tu alcance: mantener tu mente ocupada en cosas productivas y que te generen bienestar físico y emocional.